Allen Iverson, uno de los mejores jugadores de la NBA que ganó más de
$150 millones durante su carrera, hoy ni siquiera puede comprarse un
“cheeseburger”, indicó el portal Rolling Out.
Tres años retirado de la liga que lo convirtió en multimillonario,
Iverson -de 6 pies ganó- la admiración de millones por superar jugadores
mucho más grandes y fuertes. Luego de culminar su carrera y declararse
en quiebra, cayó en las garras del alcoholismo y en una profunda
depresión.
Los amigos y familiares aseguran que la caída de su
vida ostentosa fue culpa del propio baloncestista al desperdiciar
dinero en alcohol, drogas y fiestas durante el tiempo en que generaba
una buena suma de dinero. En una entrevista con Washington Post,
muestran a Iverson durante su divorcio gritándole a su ex esposa Tawanna
que “no tenía dinero ni para un cheeseburger”, mientras le entregaba 61
dólares.
“Él tocó fondo, y no lo acepta todavía”, dijo su ex compañero de
equipo, Roshown McLeod. Varios equipos no aceptaron a Iverson en su
“roster” hasta que el atleta no demuestre que está física y mentalmente
preparado para demostrar sus capacidades, según informó Black Sports
Online.
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