Cuando
llevaban unas ocho horas de vuelo, el comandante del Airbus 332 en el
que viajaban ha anunciado que debían realizar un aterrizaje de
emergencia en el aeropuerto de Palma de Gran Canaria por culpa de una
fuga de aceite. En la pista les esperaban ambulancias, bomberos y varios
coches de la Guardia Civil.
A
pesar de que la compañía les ha explicado en un principio que se
trataba de una fuga de aceite que se iba a reparar, personal del
aeropuerto ha asegurado después a los pasajeros que el motor estaba roto
y no se iba a poder arreglar. "Dádle gracias a dios que habéis podido
aterrizar", les ha comentado un trabajador de AENA a varios viajeros.
Los
pasajeros llevan desde las 10 de la mañana en una sala del aeropuerto
de Gran Canaria esperando a que se les de algún tipo de información
sobre cuando van a poder completar el viaje y llegar a Madrid. Personal
del aeropuerto les ha asegurado que hoy no van a poder viajar y que les
alojarán en un aeropuerto, pero todavía no se les ha confirmado.
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